Calidad del aire interior o Indoor Air Quality (IAQ) por sus siglas en inglés, es un término utilizado para referirse al conjunto de requisitos necesarios para mantener ambientes interiores sanos y sus efectos en los ocupantes de una edificación.
Tomando en cuenta que los seres humanos pasamos alrededor del 80% de nuestro tiempo en ambientes interiores, este se ha convertido en un tema de suma importancia en el mundo y de discusión constante.
Debido a las diferentes opiniones sobre este tema, se conocen los términos como “síndrome del edificio enfermo”, cuando la calidad del aire interior de un edificio es baja y, por ende, afecta la salud de sus ocupantes y en algunos casos, su rendimiento laboral en casos de lugares de trabajo.
Estudios demuestran que, por cada 1000 trabajadores, una mala calidad del aire en interiores (IAQ) provoca 600 días de baja por enfermedad al año.
La lista de los contaminantes que pueden encontrarse en ambientes interiores es bastante extensa, sin embargo, podemos señalar:
Monóxido de carbono, radón y compuestos orgánicos volátiles (VOC).
Moho, esporas y polen.
Bacterias, virus y subproductos.
Gases de motores de vehículos y gases expulsados de plantas industriales.
Amianto, barros, partículas elementales y fibras fabricadas.
Entre los síntomas causados debido a un aire interior contaminado podemos señalar dolores de cabeza, irritación de ojos, nariz, garganta y náuseas.
¿Sabías que el aire interior puede tener niveles de contaminación de 5 a 100 veces mayores que los del aire exterior?
Contrario a lo que la mayoría de las personas creería, en ambientes interiores existe una amplia cantidad de fuentes de contaminación.
Estas concentraciones pueden reducirse, diluyéndolas mediante el sistema de ventilación y aire acondicionado (HVAC).
Es por esto que existen distintas asociaciones como por ejemplo la ASHRAE (La Sociedad Estadounidense de Ingenieros de Calefacción, Refrigeración y Aire Acondicionado) y normas como la REHVA (Federación Europea de Calefacción, Ventilación y Aire Acondicionado), que se encargan de establecer los requisitos mínimos en cuanto a calidad del aire interior.
Ejemplo:
En estos Reglamentos existe una variedad de medidas necesarias en sistemas de ventilación y aire acondicionado, una de ellas es la cantidad mínima de aire exterior que debe introducirse a los ambientes interiores, esto según distintos factores como cantidad de personas, área del establecimiento y uso de la edificación.
Estas normas se actualizan periódicamente según avances tecnológicos y consensos, además de situaciones extraordinarias como lo es el caso actual debido a la pandemia del COVID-19.
Actualmente se discuten nuevas medidas a implementar en cuanto al control de virus y partículas de menor tamaño. Algunas de ellas son filtros HEPA/ULPA de mayor eficiencia, purificadores de luz ultravioleta, control y límites de humedad relativa, inyección de 100% aire exterior, Ionización Bipolar, entre otros.
La calidad del aire interior tiene un rol importante en nuestro día a día, desde un aumento en el riesgo de contraer enfermedades hasta cómo nos desempeñamos laboralmente.
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